lunes, 1 de febrero de 2016

Megadeth- Distopia (Reseña)



Y señores el último disco de Megadeth por fin ha visto la luz y todo parece indicar que luego de toda la novela con la salida de dos integrantes y el ingreso de otros dos, todo ha valido realmente la pena.

Y es que luego del para algunos desastroso (no para nosotros) Super Collider, los chicos regresan con fuerza a lo que mejor saben hacer, dándonos un disco que nos trae lo mejor del Megadeth antiguo y el nuevo, tal es asi que este disco puede ser definido como una combinación entre Rust In Peace, Countdown to Extiontion, United Abomination, Engame y unos pequeños toque del Super Collider (solo unos pocos).

El disco empieza con cuatro temazos muy rápidos y furiosos, dejándonos en claro que Megadeth esta de regreso. The Threat Is Real, Dystopia (Una de las mejores del disco), Fatal Illusion y Death from Within. Casi sin aliento llegamos la quinta canción Bullet to the Brain que a nuestro gusto es un tanto repetitiva y se pudo haber hecho algo mejor.
Post American World es la canción que nos hace recordar un poco al Super Cllider, no es mal tema, pero tampoco es sobresale como otros. Poisonous Shadows es otro temasa con una intro realmente fenomenal y coqueteando con el terreno de la balada al estilo de Forclouse for a Dream (salvando las distancias).  
Conquer or Die un tema instrumental no muy rápido, pero muy bueno.
Lying in State al estilo de las cuatro primeras canciones del disco, The Emperor           un escalon por debajo de la canción anterior y cerrando el disco el cover de la banda punk Foreign Police a todo galope como para destrozar una cuantas cabezas mientras lo escuchas.

En resumen Megadeth ha vuelto con un gran As bajo la manga y aunque haya algunos que critiquen este trabajo, bueno quizás no suene tan bien como los antiguos clásicos, pero es un disco muy bien logrado y divertido de lograr, las letras aunque a algunos les parecen demasiado politizadas y negativas, solo reflejan la realidad que vivimos hoy en día.

Bienvenido de regreso Megadeth y Vic Rattlehead,  larga vida al thrash