Flood ha regresado con su
segundo disco. Es increíble las similitudes que esta banda tiene con los tres
primeros discos de Tourniquet (la continuación de Pathogenic se podría decir). En
Polarized ellos estaban regresando y ejercitando músculos, aquí ellos ya se
sienten cómodos y al parecer han definido su sonido, no mas instrumentales,
diez solidos temas, el falsete de Guy ha vuelto dosificado y los solo de
guitarra son geniales, incluso el bajo tiene un rol protagónico en algunos
temas. Aquí no hay canciones tan largas como en Polarized (Dafur y Freeloading
Larceny). Al parecer es un disco de trash directo a la vena, aunque en algunas
partes se sigue notando su gusto por lo progresivo y el doom, aunque más dosificado.
Líricamente tenemos temas que nos hablan de nuestra condenación luego del pecado de Adán y Eva, lo fútil de la evolución, ateísmo, historias y otras tantas sobre nuestra necesidad de un Salvador en un mundo que cada vez está más próximo a su final. Esta vez no tenemos temas relacionados a los animales.
A mi me ha gustado este disco, pasa muy rápido y es un placer a los odios, no sé, pero fácil puede irse para disco del año, Flood va encontrando su sonido y veremos que sorpresas traen a futuro.
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